San Blas fue un obispo que en su martirio en el nombre de Cristo ofreció su vida para salvar a un niño que se ahogaba con una raspa de pescado. Es por eso que se le atribuye el poder de curación de la garganta. Su festividad celebrada el día 3 de Febrero en la Ermita de la Virgen de la Cabeza, se ha recordado en la misa de las 10:30 h. Se han bendecido como es habitual las roscas de pan y las típicas cintas, tradición antiquísima recuperada este año por la Hermandad de la Virgen de la Cabeza.
También se podrá ver la imagen del Santo por la tarde de 18:00-19:00 h en la Ermita de la Virgen de la Cabeza.
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