Un año más la hermandad de la Virgen de la Cabeza ha celebrado la festividad de la presentación en el templo del niño Jesús cuarenta días después de su nacimiento. La tradición judía dictaba que los niños debían ser presentados en el templo y así fue como María presento a su hijo ante los ojos de Dios. Este hecho supone la purificación de la Virgen, presentándole a Dios a su hijo.
En la celebración se invitó a que la comunidad cristiana llevara sus velas para bendecirlas, por eso también la Virgen de la Cabeza sostenía en su mano una vela encendida durante la eucaristía.
Además también hubo una bendición especial para todos los niños que junto a sus padres asistieron al evento.
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